Translate

enero 24, 2008

LA PARTIDA DE AJEDREZ

Un hermoso día de verano, ya de regreso en Tara, Eochaid Airem- rey supremo de Irlanda y marido de Etain-comtemplaba la llanura desde lo alto de su fortaleza, admirando el campo y sus entornos armoniosos, cuando vio aproximarse un guerrero desconocido. El extranjero vestia tunica púrpura, sus cabellos eran amarillos como el oro y sus ojos azules brillaban como estrellas. Llevaba una lanza con cinco puntas y un escudo adornado de perlas de oro.Eochaid, a la vez que le daba la bienvenida, le hizo saber que no lo conocia. Yo te conozco muy bien y desde hace largo tiempo, dijo el guerrero . ¿como te llamas? pregunto Eochaid, mi nombre nada tiene de ilustre : me llamo Mider de Bregleith respondio el extranjero. Para que has venido ? continuo Eochaid. He venido a jugar contigo al Ajedrez le contesto el desconocido. Soy muy buen jugador dijo Eochaid, que estaba considerado como el primer jugador de ajedrez de Irlanda. Ya veremos respondio Mider . Pero en este momento la reina. ésta durmiendo, y mi juego de ajedrez se encuentra en su habitación, agrego Eochaid. No importa replico Mide...: traigo conmigo un juego tan hermoso como el tuyo.Y decia la verdad: traia un tablero de plata en cada una de cuyas esquinas brillaban piedras preciosa; y extrajo las piezas que eran de oro, de un saco de brillante tela tejida con oro de bronce.Dispuso las piezas en su sitio y le dijo al rey: Juega. A lo que Eochaid respondio: No jugare si no hay apuesta. Mider le pregunto ¿que apostamos? Eochaid contesto: Me da igual. Mider ofrecio: En cuanto a mi, si ganas te dare cincuenta caballos oscuros de ancho pelo y patas agiles y delgadas. Y el rey que daba por descontado su propio exito afirmo:Y yo si pierdo, te daré lo que quieras.Pero contra todo lo esperado; Eochaid fue derrotado por Mider. Y cuando, de acuerdo con lo convenido, pregunto a su adversario que deseaba, este le contesto : Tu mujer. Quiero a Etain. El rey le hizo observar que, segun lass reglas del juego , quien perdia la primera partida tenia derecho a la revancha; es decir, que era preciso perder una segunda partida para que el resultado de la primera fuera considerado definitivo. Y propuso celebrar esa segunda partida un año despues. Mider acepto a regañadientes dicha demora, y desaparecio dejando pasmados al rey y a su corte.